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En el siglo XXI, los hoteles se han convertido en un negocio floreciente que se ha convertido en una parte inseparable de la industria de viajes. Los estilos van desde propiedades extravagantes hasta albergues juveniles, desde complejos de luna de miel con todo incluido hasta posadas pintorescas en el campo.
Sin embargo, a medida que la competencia creció y los hoteles comenzaron a ofrecer servicios estándar en toda la cadena, hubo necesidad de algo innovador en el mercado. La gente, cansada de los servicios impersonales, comenzó a moverse hacia hoteles más pequeños que ofrecían atención personalizada y experiencias únicas.
Y así nació el favorito de la industria hotelera: los hoteles boutique. Hoy en día, son la opción de estadía más buscada para viajeros de placer y el mejor nombre en exclusividad. Cada vez más personas optan por alojarse en hoteles boutique, porque casi siempre se les garantiza pasar un buen rato y obtener un gran valor por su dinero.
Dada la popularidad que disfrutan, vale la pena echar un vistazo a la fascinante historia de los hoteles boutique y rastrear su evolución a lo largo del tiempo.
Historia de los hoteles boutique
Los primeros hoteles boutique aparecieron a principios de la década de 1980, los dos primeros fueron The Blakes Hotel en South Kensington, Londres, y Bedford en Union Square, San Francisco. Sin embargo, el término "hotel boutique" apareció mucho más tarde en 1984, acuñado por Steve Rubell. Comparó su propio establecimiento, Morgans Hotel, con una pequeña boutique, obviamente deseando resaltar su exclusividad y distinguirlo de otros hoteles que estaban surgiendo en todas partes, al igual que los grandes almacenes monolíticos.
Esto no quiere decir que los hoteles boutique sean un invento moderno. Hay muchos casos documentados de experiencias de alojamiento similares que datan del siglo XIII cuando se establecieron puestos de montaje para viajeros en Mongolia y China.
Aquí hay algunos ejemplos más de hoteles boutique únicos en su tipo que fueron populares en aquellos días:
En 1705, César Ritz abrió un hotel boutique en Place Vendôme, lo que le valió grandes elogios del rey Eduardo VII, que lo llamó "rey de los hoteleros y hotelero de los reyes".
En 1822, el artista veneciano Giuseppe Rubino transformó un antiguo palacio en un magnífico hotel y lo llamó "il Rubino".
En 1880, el hotel Sagamore en el lago George (en el estado de Nueva York) se convirtió en el primero en proporcionar electricidad en cada una de sus habitaciones, creando un gran revuelo entre los visitantes en esos tiempos.
En 1900, Edouard Niiermans, conocido como el "arquitecto de los palacios", transformó la residencia de verano del emperador Napoleón III, Villa "Eugenie, en un hermoso y nicho hotel.
En 1919, Barcelona inauguró un elegante hotel que estaba equipado con agua fría y caliente en sus baños.
Como puede ver, ha habido numerosas ocasiones a lo largo de la historia de la industria del alojamiento cuando los hoteleros aplicaron la creatividad y ofrecieron servicios de primer nivel para mantenerse por delante de la competencia y ofrecer algo extraordinario a sus visitantes.
Hotel boutique del siglo XXI: características que lo diferencian
Hoy, el término "hotel boutique" se utiliza para describir pequeños establecimientos con alrededor de 150 habitaciones. Son de propiedad privada, o forman parte de un pequeño grupo de hoteles, y son más conocidos por temas de diseño icónicos, memorables y, a veces, excéntricos. El concepto de hoteles boutique se convirtió en una tendencia después de que el hotelero Ian Schrager y el diseñador francés Philippe Starck utilizaron diseños únicos para construir sus hoteles. Y ahora, se ha convertido en una industria floreciente propia, completa con rasgos y cualidades únicas.
Aquí hay algunos de los más importantes.
El tamaño importa
Los hoteles boutique generalmente se consideran pequeños, pero no están en la misma categoría que los hoteles Bed and Breakfast o casas de familia que tienen menos de 10 habitaciones. Los hoteles boutique pueden tener hasta 150 habitaciones, lo que hace que parezca más pequeño cuando lo compara con la mayoría de los hoteles de cadena.
Sin embargo, es esta escala íntima la que ayuda a crear un ambiente hogareño con paz y privacidad en abundancia. Estas acogedoras propiedades a menudo tienen un "espacio vital" común donde los huéspedes pueden sentarse e interactuar entre ellos.
La personalidad habla de volúmenes
Dado que los hoteles boutique son de propiedad independiente y no están afiliados a ninguna cadena grande, son una marca en sí mismos. Tienen un ambiente distintivo que los distingue de los demás. Es su personalidad única y la ausencia de soluciones para cortar galletas lo que los huéspedes encuentran refrescante.
